Las propiedades del matico han sido valoradas desde épocas precolombinas, tanto para la curación de heridas, el alivio de ardores y dolores de estómago, úlceras, indigestión, afecciones hepáticas, entre otros varios usos populares…
El matico es una planta nativa de Chile, Argentina o Perú, también conocida como matico chileno, palguín o pañil, ampliamente extendida en diversas regiones de América Latina.
Cabe aclarar que en Perú también se le dice matico a Piper aduncum, un árbol con aroma a pimienta y usado como condimento, además de ser otra planta medicinal a la que se le atribuyen propiedades cicatrizantes, llamada popularmente “matico peruano”, «hierba del soldado» o “matico” a secas.
El matico chileno lleva el nombre científico Buddleja globosa Hope y fue descrita por primera vez a fines del siglo XVIII por el cirujano y botánico escocés John Hope.
También se encuentra documentada en múltiples textos de ciencias naturales de Chile; como ‘Plantes medicinales du Chili (1889)’ del médico chileno Adolfo Murillo, o en uno de los tomos sobre historia botánica de Chile del naturista francés Claudio Gay.
Pero el provecho de las propiedades del matico data desde tiempos precolombinos, formando parte de la medicina tradicional cultivada por los pueblos indígenas.
¿Cómo distinguir el matico?
Es un arbusto perenne, con altura de hasta 4 metros y hojas de hasta 20 cm de largo, color verdes oscuras y rugosas al tacto en su superficie, color blanco amarillentas y vellosas -peluditas- en la cara inferior.
Sus flores son pequeñas y esféricas, como bolitas, color amarillas, naranjas o rojas.
El matico florece de primavera a verano y cabe resaltar que los compuestos bioactivos contenidos en sus hojas son un 50% mayor en verano, coincidiendo con el consejo popular de recolección de la planta.
Propiedades del matico más populares
Como cicatrizante
Los mapuches y aymata empleaban esta planta como vulneraria, es decir como un remedio natural para curar llagas, heridas en la piel, golpes o úlceras de diferente tipo.
Uso externo: en infusión o como cataplasma de sus hojas y tallos.
Respecto a sus bondades para la cicatrización de heridas o úlceras, por el momento sólo se han demostrado indirectamente, faltando aún estudios clínicos que demustren su eficacia real en seres humanos.
Sin embargo, en Chile hace ya unos años inició un estudio clínico para evaluar el uso del matico por sus efectos cicatrizantes, financiado por FONIS – Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud-.
A nivel comercial, existe una crema de matico, Aloe Vera y Caléndula, combinando los principios activos de estas tres especies vegetales para dar una acción cicatrizante de heridas, o para aplicar en pieles inflamadas y resecas por el exceso de sol.
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Para varios males del aparato digestivo
La infusión de las hojas de matico se ha empleado en la medicina popular para:
- acidez estomacal
- dolores de estómago
- el tratamiento del dolor del hígado y la vesícula biliar
- disentería – trastorno gastrointestinal-
- disfunciones/afecciones hepáticas
- úlceras digestivas
La infusión de las hojas de matico como agente gastroprotector se encuentra respaldada por la ciencia pero indirectamente, apunta la revisión ‘Fundamentación preclínica del uso etnomédico de matico (Buddleja globosa Hope)’.
A través de investigaciones realizadas en roedores, se demostró su eficacia para revertir y cicatrizar daños en la mucosa gástrica tras la administración de extractos de B. globosa, constatando «efectos gastroprotectores comparables a los de ranitidina y omeprazol» -medicamentos químicos para tratamiento de gastritis, reflujo gastroesofágico, etc.-
Potencial como analgésico y antiinflamatorio
Se han estudiado a nivel farmacológico sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
Compuestos aislados de esta planta son «capaces de inhibir COX y 5-LOX, con afinidades comparables a ibuprofeno y zileutón, respectivamente» -medicamentos químicos-.
¿Cómo aprovechar las propiedades del matico?
Basado en el saber popular y ancestral, así como en la evidencia preclínica, el Ministerio de Salud de Chile reconoce a esta planta en su Resolución N° 548, publicada en 2009, la cual aprueba un listado de medicamentos herbarios tradicionales.
Respecto a las propiedades del matico, allí se destacan los siguientes usos tradicionales y formas de consumo:
- uso interno: úlceras digestivas, indigestión, dolor de estómago, disfunción hepática.
Infusión: 1 cucharada de hojas para 1 litro de agua recién hervida.
Tomar 1 taza 3 veces al día.
- uso externo: traumatismos y heridas de la piel.
Con la misma infusión, lavar heridas y en compresas para contusiones y moretones.
Efectos: analgésico (calmar el dolor), antimicótico (combate infecciones de hongos), cicatrizante, anti-inflamatorio.
Precauciones: La resolución indica que «estos productos tienen el carácter de auxiliares sintomáticos y no reemplazan lo indicado por el médico en el tratamiento de una enfermedad. Al consultar al médico, infórmele que está usando esta hierba medicinal. Evite su preparación en utensilios de aluminio».
Fuentes consultadas:
- ‘Fundamentación preclínica del uso etnomédico de matico (Buddleja globosa Hope)’
- Resolución 548 del Ministerio de Salud en Chile
Sirviendo hoy como terapias alternativas o complementarias a las tradicionales, las plantas medicinales han sido utilizadas por el ser humano desde tiempos ancestrales, a lo largo de diferentes regiones del mundo.
Gracias a sus naturales e íntimas propiedades terapéuticas, cada una presenta su propio contenido de principios bioactivos benéficos para el tratamiento de ciertas dolencias, enfermedades o problemas de salud.
Pese a sus probadas bondades y a la variedad de estudios científicos que validan sus beneficios, Dr Yuyo insiste en que las plantas medicinales no deben sustituir arbitrariamente los medicamentos tradicionales, siendo conveniente informarse de raíz y a fondo acerca de los modos de ingesta y dosificación, sus contraindicaciones posibles, su interacción con ciertos fármacos, entre otros riesgos asociados.
Luego…
¡Disfrute de su té, aceite esencial o inhalación de los yuyos que lo curen…!