Arbusto que crece de modo silvestre en suelos de Argentina, Brasil, Bolivia o Uruguay, la carqueja es una planta sudamericana muy estimada por sus atributos medicinales, sobre todo para tratar afecciones de origen estomacal, renal o hepático…
Llamada científicamente Baccharis trimera, la carqueja habita en los campos, con un crecimiento especialmente agresivo en suelos arenosos. Crece en una variedad de suelos, salvo en zonas demasiado húmedas, cobrando una gran densidad poblacional en áreas aradas y pastoreadas de forma descuidada.
De hecho, se considera a la carqueja como una de las llamadas “malezas de campo sucio”, especies nativas calificadas por ciertos autores como factores determinantes del deterioro productivo de pasturas tanto naturales como artificiales.
Su raíz es muy superficial, siendo una planta muy vulnerable a las inundaciones y sequías. Presenta una altura de 0,3 a 1,5 metros. Brota mucho en primavera y su crecimiento se extiende hasta entrado el verano, continuando su ciclo hasta la floración, desde febrero a marzo.
3 formas de preparación para aprovechar los beneficios de la carqueja
- Ramas y flores se usan en infusiones al 1-2 %, como estomacal y digestivo, así como para problemas hepáticos
- La infusión al 10 % se utiliza como febrífugo (bajar la fiebre), tónico amargo, para el lavado de heridas y en compresas para el reumatismo muscular
- Una cucharada de carqueja fresca en una taza de agua hirviendo (luego dejar en reposo por 5 minutos y tomar un par de tazas al día).
Los beneficios de la carqueja
Propiedades curativas en enfermedades de estómago, riñones e hígado
Su empleo en la medicina herbal de Brasil se registró por primera vez en 1931 por Pio Correa, botánico de Portugal que se refirió a una infusión de carqueja para esterilidad en mujeres e impotencia en hombres, mencionando a su vez sus propiedades terapéuticas como tónico amargo, febrífugo y estomacal, así como para casos de gastroenteritis, enfermedades hepáticas y diarrea.
Además de aliviar las dolencias relacionadas al hígado o los riñones, sirve a nivel estomacal, gracias a su acción como tónico estimulante de la función gástrica. Su consumo prolongado permite eliminar las manchas de la cara provocadas por enfermedades del hígado.
Por sus cualidades diuréticas, otro de los beneficios de la carqueja es para combatir las enfermedades del riñón.
La medicina herbaria ha validado y comprobado sus propiedades hepatoprotectoras, colaborando en la protección y desintoxicación del hígado, en la digestión, reducción del ácido, etc.
Su uso se sugiere en:
- litiasis biliar (presencia de cálculos en la vesícula biliar o sus conductos)
- ictericia (coloración amarillenta en piel y mucosas fruto de trastornos hepáticos)
- insuficiencia de la secreción biliar
- cirrosis hepática
- congestión del hígado
- cólicos biliares
- úlceras estomacales
- diarrea
- indigestión
La carqueja actúa de forma sinérgica sobre el hígado, estómago y riñones, siendo su infusión un tónico poderoso para la regulación de trastornos de origen hepático, estomacal o renal.
Analgésico
Los beneficios de la carqueja ya eran aprovechados por los pueblos indígenas de la selva para la curación de sus dolencias.
Se han hecho desde los 90′ varios estudios en animales -especialmente en ratas-, que muestran su potencial para el tratamiento de dolencias, úlceras o inflamaciones.
Sus bondades antiácidas, antiulcerosas e hipotensoras (capacidad de reducir la presión arterial) se documentaron en investigaciones realizadas en animales brasileños en 1992.
Las propiedades antiulcerosas y analgésicas se verificaron en un estudio clínico de 1991, que evidenció cómo la carqueja redujo las secreciones gástricas y tuvo un efecto analgésico en ratas con úlceras, concluyendo que la planta «puede aliviar los trastornos gastrointestinales al reducir el ácido secreción e hiperactividad gastrointestinal».
La eficacia analgésica de la carqueja también fue validada por otros investigadores de España, documentando a través de pruebas en ratones la disminución de las constricciones abdominales en un 95 %, así como un potente efecto antiinflamatorio.
Otros beneficios de la carqueja
En la medicina herbolaria de Perú, la carqueja no sólo se usa para enfermedades hepáticas, gases intestinales, hinchazón y cálculos biliares, sino también para la diabetes, alergias o enfermedades venéreas.
Durante mucho tiempo, la carqueja ha servido como un remedio natural para la diabetes en América del Sur, constatando en estudios su efecto reductor de la glucemia en ratones, ratas y humanos.
Popularmente, además se la aprovecha por sus supuestos efectos afrodisíacos, así como también en dietas para bajar de peso.
Entre otros beneficios de la carqueja citados en múltiples publicaciones, cabe destacar:
- Fortalece la función intestinal
- Como antihelmíntico (favorece la expulsión de gusanos intestinales)
- Limpia la sangre y mejora la circulación sanguínea
- Diabetes
- Baja la fiebre
- Dolor de garganta y amigdalitis
- Angina
- Anemia
- Inflamación urinaria
Precauciones con la carqueja
No debe ser usada durante el embarazo, ni en cuadros de inflamación aguda de los riñones. También deben tener cuidado pacientes hipotensos, debido a que puede bajar la presión arterial.
Fuentes consultadas y fecundas para ampliar la info:
- Technical Data Report for CARQUEJA
- “Carqueja” – Ing. Agr. Marcelo Pereira Machín – Plan Agropecuario
- Carqueja – InkaPlus
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Sirviendo hoy como terapias alternativas o complementarias a las tradicionales, las plantas medicinales han sido utilizadas por el ser humano desde tiempos ancestrales, a lo largo de diferentes regiones del mundo.
Gracias a sus naturales e íntimas propiedades terapéuticas, cada una presenta su propio contenido de principios bioactivos benéficos para el tratamiento de ciertas dolencias, enfermedades o problemas de salud.
Pese a sus probadas bondades y a la variedad de estudios científicos que validan sus beneficios, dryuyo insiste en que las plantas medicinales no deben sustituir arbitrariamente los medicamentos tradicionales, siendo conveniente informarse de raíz y a fondo acerca de los modos de ingesta y dosificación, sus contraindicaciones posibles, su interacción con ciertos fármacos, entre otros riesgos asociados.
Luego…
¡Disfrute de su té, aceite esencial o inhalación de los yuyos que lo curen…!