¿Cuáles son las propiedades del cardo mariano? ¿Qué otros nombres tiene esta planta? ¿Para qué sirve?
Se trata de un remedio natural muy usado para males del hígado, aunque este cardo atractivo y colorido presenta otras variadas virtudes medicinales…
¿Qué es el cardo mariano?
El cardo mariano es una planta nativa de Europa, que también se encuentra en América del Sur o EE.UU.
Sus hojas, cuando están tiernas y sin espinas, son muy usadas en ensaladas, pero son sus frutos (aquenios) los que contienen las semillas, a las que se atribuyen las principales propiedades medicinales de la planta.
Por lo general, se utiliza como extracto en forma de comprimido o cápsula, no para hacer una infusión de la planta, aunque también se puede.
El cardo mariano crece de 1 a 3 metros de altura. Sus hojas son grandes y espinosas, con flores color púrpura y llenas de espinas.
¿Qué otros nombres tiene el cardo mariano?
Su nombre científico es Silybum marianum (L.) Gaertn.
Más conocido como cardo mariano, aunque también se le llama cardo lechero, cardo de María, cardo de Santa María, alcachofa silvestre o en inglés Milk Thistle («cardo de leche»).
Propiedades del cardo mariano – ¿Para qué sirve?
Desde hace muchísimo tiempo, las preparaciones con semillas de cardo mariano se han usado para el tratamiento de enfermedades hepáticas.
Para males hepáticos
Una de las propiedades del cardo mariano de más larga data, usándose desde tiempos remotos gracias a su capacidad para proteger el hígado del daño que provocan toxinas como el alcohol y otras drogas.
En el siglo XVII el boticario Nicholas Culpeper apuntó que el cardo mariano podía ayudar para eliminar las obstrucciones del hígado y el bazo, sugiriendo una infusión de la raíz fresca y las semillas para tratar la ictericia – coloración amarillenta de la piel y las mucosas debido a trastornos hepáticos-.
Si bien existen estudios científicos sobre las propiedades del cardo mariano para prevenir o tratar el daño al hígado a causa de químicos tóxicos, la hepatitis crónica (inflamación del hígado) o la cirrosis, un artículo de la Red Infomed de Cuba advierte que se requiere de mayor evidencia para recomendar su uso.
Una encuesta citada en un artículo publicado en Lancet Oncol indica que el cardo mariano es el protector hepático más utilizado por los pacientes en clínicas gastrointestinales en EE. UU.
Además, en algunos países europeos el extracto de cardo mariano se emplea como un medicamento recetado para el tratamiento de trastornos hepáticos, cirrosis alcohólica o daño hepático generado por el alcohol.
En Alemania, por ejemplo, donde se regula el uso de las plantas medicinales, el cardo mariano está incluido en las monografías de la Comisión E, bases para la regulación de los productos herbales.
Tal como señala el herborista Steven Foster, dicha monografía menciona la preparación con semillas de cardo mariano como un complemento para trastornos inflamatorios crónicos del hígado y la cirrosis, la infiltración grasa del hígado por el alcohol y otras sustancias químicas, siendo útil tanto a nivel preventivo como curativo.
Por otra parte, estudios experimentales en animales también se refieren a los efectos hepatoprotectores de la silimarina y sugieren su potencial en la protección contra lesiones producidas por diversas toxinas, así como para la hepatoprotección en enfermedades del hígado.
Si bien el té de cardo mariano no es la vía más recomendada, dado que la silimarina es poco soluble en agua, las semillas de cardo mariano se pueden tuestar y romper para usarse como té.
Antídoto contra el «hongo de la muerte»
La silimarina, una de las sustancias presentes en el cardo mariano, que ha sido muy estimada por sus supuestos efectos hepáticos y como un potente antioxidante, fue descubierta por científicos de Alemania en 1968.
Durante los 80′ estudios de laboratorio y en seres humanos demostraron que ese compuesto, la silimarina, puede contrarrestar los efectos del veneno del «hongo de la muerte» (Amanita phalloides), cuyas toxinas afectan el hígado y los riñones, provocando una insuficiencia hepática de posible desenlace fatal.
El herborista Foster afirma que un preparado especial con silibinina (no confundir «con la silimarina u otras formas de dosificación oral»), se usa en muchas salas de emergencia y centros de control de envenenamientos en Europa Occidenal como terapia complementaria.
«Si se administra a tiempo, el uso de esta preparación en terapias de infusión intravenosa por goteo ha ayudado a disminuir las tasas de mortalidad por intoxicación con hongos de la muerte por debajo de cualquier nivel que se haya alcanzado previamente«, escribe Foster.
Mordeduras de serpiente
Ya desde tiempos muy lejanos, el médico griego Dioscórides – escritor de un tratado sobre más de 600 plantas medicinales llamado ‘De Materia Medica’- señalaba que un té de semillas de cardo mariano podría servir para el tratamiento de mordedura de serpiente.
Para el colesterol
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. considera esta planta como un potente antiinflamatorio, capaz de ayudar en la salud del corazón y a reducir los niveles elevados de colesterol al bajar la inflamación, limpiar la sangre y prevenir el daño causado por estrés oxidativo dentro de las arterias.
Estudios preliminares sugieren que el uso de la silimarina con otros métodos tradicionales puede ayudar a reducir el colesterol y los niveles de triglicéridos, en comparación a los niveles registrados antes de utilizar el cardo mariano.
Como destaca la web Draxe, cabe tener en cuenta que dichos estudios se han efectuado en pacientes con diabetes, que tienden a tener alto colesterol, por lo que sigue «sin estar claro si el cardo mariano tiene los mismos efectos en las personas sin diabetes y si se utilizará para reducir naturalmente los niveles de colesterol en el futuro«.
Por su parte, Marion Aguilera, experta uruguaya en hierbas medicinales, recomienda el uso de cardo mariano para personas con el colesterol alto.
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Diabetes
Un estudio iraní también evaluó el extracto de semilla de cardo mariano llamado silimarina, realizando un ensayo clínico durante 4 meses en 51 pacientes diabéticos tipo II.
El primer grupo recibió una tableta de silimarina (200 mg) 3 veces al día, más la terapia convencional.
El segundo grupo recibió la misma terapia, pero en vez de silimarina, les suministraron una tableta de placebo.
Los investigadores concluyeron que el tratamiento con silimarina tuvo un «efecto beneficioso en la mejora del perfil glucémico«.
Además, se observó una disminución sustancial en los niveles del colesterol total, LDL, triglicéridos, SGOT, SGPT, etc. en los pacientes tratados con silimarina, en comparación con el placebo.
Potencial del cardo mariano contra el cáncer
Estudios de laboratorio (no en humanos, ni analizando la planta entera, ni infusiones, etc.) sugieren que puede presentar efectos anticancerígenos contra las células del cáncer de próstata o de mama.
A fines del 90′, estudios in vitro del Center for Cancer Causation and Prevention (Denver, EE.UU) demostraron «los efectos quimiopreventivos y anticancerígenos de la silimarina, un antioxidante flavonoide aislado del cardo de leche«, en células humanas de próstata, mama y carcinoma cervical, debido al componente principal de la silimarina: la silibinina.
Un estudio más reciente, a cargo del ICO Girona (Instituto Catalán de Oncología), concluyó que la silibinina que se extrae de las semillas del cardo mariano puede reducir «las metástasis cerebrales de cáncer de pulmón resistentes a la quimioterapia y la radioterapia«.
Se trata de la primera vez que se reporta su eficacia en humanos con cáncer, si bien la acción antitumoral de la silibinina era una de las propidades del cardo mariano ya estudiada en modelos celulares y en ratones.
La investigación, publicada en 2016 en la revista Oncotarget, apunta que un suplemento oral que contiene silibinina logró reducir las metástasis cerebrales entre un 70-85% en 2 pacientes con cáncer de pulmón avanzado, que habían recibido previamente quimioterapia y radioterapia sin obtener mejorías.
Otras fuentes consultadas
- Artículo del botánico y herborista Christopher Hobbs ‘Milk Thistle Health Benefits’
- Cardo mariano –Versión para profesionales de salud – Instituto Nacional del Cáncer – EE.UU.
Sirviendo hoy como terapias alternativas o complementarias a las tradicionales, las plantas medicinales han sido utilizadas por el ser humano desde tiempos ancestrales, a lo largo de diferentes regiones del mundo.
Gracias a sus naturales e íntimas propiedades terapéuticas, cada una presenta su propio contenido de principios bioactivos benéficos para el tratamiento de ciertas dolencias, enfermedades o problemas de salud.
Pese a sus probadas bondades y a la variedad de estudios científicos que validan sus beneficios, Dr Yuyo insiste en que las plantas medicinales no deben sustituir arbitrariamente los medicamentos tradicionales, siendo conveniente informarse de raíz y a fondo acerca de los modos de ingesta y dosificación, sus contraindicaciones posibles, su interacción con ciertos fármacos, entre otros riesgos asociados.
Luego…
¡Disfrute de su té, aceite esencial o inhalación de los yuyos que lo curen…!