Palo borracho: Propiedades, usos, mitos y leyendas

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22 April, 2019
Yuyero

El palo borracho es un árbol sudamericano de preciosas flores y un tronco panzón con gruesas y filosas espinas, cuyos frutos liberan una especie de algodón. ¿Cuáles son sus principales usos? ¿Qué mitos inspiró en los pueblos de nuestras tierras…?

¿Qué es el palo borracho?

Se trata del nombre popular de diferentes especies de árboles de América, como ser:

  • Ceiba speciosa/Chorisia speciosa – Flores rojo-rosadas y con partes amarillas
  • Ceiba chodatii – Flores amarillas
  • Chorisia crispiflora – Flores róseo-pálido
  • Ceiba insignis – Flores blancas, tirando a color crema

Ceiba speciosa tiene unas flores rosadas (por momentos casi rojas o fucsias) y una sección central de tonos amarillos. Se le llama también palo borracho rosado o samohú.

Ceiba chodatii es una especie de palo borracho con flores de color blanco o amarillas, que también se conoce como yuchán. Es más baja que la anterior, pero su tronco es más abultado.

Flores de Ceiba chodatii

Otros nombres populares del palo borracho

  • árbol botella
  • árbol de la lana
  • palo rosado
  • samohú (guaraní)
  • árbol de la seda
  • yuchán
  • Chemlhokw (lengua Wichi)
  • Bottle tree / Floss silk tree (en inglés)
  • árvore-de-paina, paineira, paineira-de-espinho (Brasil)
  • toborochi (Bolivia)

¿Cómo se ve el palo borracho?

Es un árbol grande, con un tronco lleno de espinas y unas flores muy atractivas.

Los frutos son verdes o castaños, con múltiples semillas en su interior, recubiertas por una fibra similar al algodón.

Ceiba speciosa es una especie arbórea tropical, nativa de América del Sur, perteneciente a la familia Malvaceae, que crece en áreas de Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú, Brasil o Uruguay.


Cuando florecen, estos árboles ya generan sus frutos, unas cápsulas alargadas que al madurar se abren en cinco partes, desprendiendo unas fibras algodonosas que, si el viento sopla, parecen flotar como copos.

Chorisia speciosa – Palo borracho.

¿Para qué se utiliza el palo borracho?

Madera

Su madera, liviana y poco resistente, era usada por los aborígenes americanos para hacer canoas, bateas, instrumentos musicales o recipientes para guardar comida y almacenar agua.

En el interior del Chaco los indios cavaban en los troncos sus canoas monoplaza.

Textil

Las fibras que se encuentran dentro de sus frutos se emplean en tapicería, como relleno a modo de guata, relleno de muñecos, almohadas, colchones o salvavidas, además de tener propiedades como aislante acústico y térmico.

¿Propiedades medicinales del palo borracho?

Cabe aclarar que no existen estudios científicos en humanos, que hayan evaluado y comprobado los efectos terapéuticos atribuidos por la medicina popular.

Los wichis – etnia indígena del Chaco Central y del Chaco Austral- utilizaban las flores, hojas y espinas para «aliviar los dolores en el pecho, la tos y las cefaleas respectivamente«, de acuerdo con recientes aplicaciones aprendidas de los criollos locales.

En las comunidades indígenas del río Quiquibey, en Bolivia, se hace una infusión de la corteza, mezclada con miel de abeja y tomada como mate para tratar el resfrío, tos o gripe.

El cocimiento de las flores de Ceiba insignis se usa para hacer fomentos «contra dolor de cabeza y jaqueca«, señala el botánico alemán Jorge Hierónymus en su obra ‘Plantae diaphoricae florae Argentinae’ (1882).

Las espinas del tronco de la especie de palo borracho Ceiba chodatii se utilizan en preparaciones para «el tratamiento de afecciones de los riñones, para el dolor de espalda o de cintura, etc«, según documenta el libro paraguayo ‘Plantas medicinales del Gran Chaco’.

Para ello, allí se indica la siguiente preparación:

«Para utilizarlas correctamente, primero es necesario triturar los aguijones o espinas. Después se agregan al agua y se toman. Lo más común para un chaqueño es incorporarlas al agua para el tereré y tomarlas en el día. La cantidad recomendada es de 7 espinas trituradas por cada litro de agua. Han podido registrarse varios casos donde se aplicó este tratamiento con mucho éxito en problemas de riñón. También se utiliza para bajar de peso, como quema grasa. En ese caso las espinas se trituran y se hierven».

En la medicina popular de Brasil, se usa la resina y la cáscara cocidas juntas, para preparar un emplaste que se aplica para «el tratamiento de la hernia, las encías y las quemaduras«.

Un estudio in vitro sobre el potencial antioxidante y la toxicidad de Ceiba speciosa, realizado por la Universidade Federal Do Pampa, también menciona otros usos de la medicina popular, como ser:

  • té de las cáscaras de Ceiba speciosa se han usado en la región noroeste de Rio Grande do Sul – Brasil para la reducción de los niveles sanguíneos de colesterol.
  • decocciones y macerados de las cáscaras y raíces de Ceiba insignis y Ceiba samuama se han utilizado en la Amazonia peruana para tratamiento de reumatismo.

Pero estos y los otros usos antes mencionados no poseen sustento científico.

Mitos y leyendas que rodean al palo borracho

Por su singular forma, comparable a una enorme panza, algunas leyendas asocian al árbol con una mujer embarazada.


Su silueta de mujer o de botellón

Tribus indígenas asentadas en el área del río Pilcomayo lo bautizaron como «mujer o madre pegada a la tierra«, al ver en el palo borracho la fisonomía de una mujer que va cambiando a lo largo de la vida.

El mito de los wichi

Uno de los mitos wichi dice que el yuchán, como también se conoce al palo borracho, dio origen al río Pilcomayo.

«Antiguamente el agua, que era el mar, estaba adentro de un palo borracho grande. Esto era muy al principio. Ahí nació Lawo, el Arco iris, y un pez: el dorado«, dice uno de los mitos protagonizados por el héroe wichi Tokjuaj.

Muchos pasaban por allí, pero todos tenían prohibido pescar al dorado. Sin embargo,Tokjuaj llegó con sus flechas y lanzó una al pez. Fue así como el árbol se partió y abrió, inundando el mundo.

La leyenda cuenta que Tokjuaj intentó escapar, pero el agua lo persiguió sin tregua. Durante dos meses «corrió con el agua atrás«.

«Las vueltas que da el río Pilcomayo son el recorrido de Tokjuaj huyendo del agua«.

La leyenda toba

Otra leyenda forjada por el pueblo toba, una de las etnias que habitaban el Chaco Central, relata que este árbol, cuyo tronco abultado compara con «un vientre grávido», era centro de súplicas para obtener alimento.

Si la pesca bajaba, los pobladores de la zona del río Ipití celebraban rituales y ceremonias alrededor del árbol, al que se referían como «la madre», rogándole por abundancia de peces.

A medida que el tronco se iba hinchando cada vez más, llegaba alimento abundante. «La madre» parecía atender los pedidos humanos, porque las aguas volvían a llenarse de peces.

Hasta que un día, ya pasado el invierno, comenzaron a quedar pocos peces. Entonces los tobas se acercaron al árbol para hacer sus ruegos habituales. Pero «la madre» parecía indiferente.

Uno de ellos sacó su arco y flecha, apuntó al vientre del árbol y lanzó, traspasándolo. Las aguas comenzaron a agitarse y teñirse de sangre. El río creció violentamente, «como si persiguiera con su furia a los ingratos«, que huían y se escondían en los bosques, temerosos del castigo.

Una vez el río recuperó su calma y cauce, la tribu corrió hacia el árbol para pedirle perdón.

Allí lo encontraron, con el vientre repleto de espinas recias en señal de rechazo. Los ruegos de perdón se repitieron una y otra vez:

«...Iooo sañoa sañoa sañoa iooo sañoa sañoa sañé e sañoa e sañoa Sañé.

«La madre» debe haberlos perdonado, porque dicen que en el Bermejo siempre hay pesca. Pero…eso si, el ruido de la creciente que baja enfurecida todos los años, les recuerda ese episodio, mientras las aguas teñidas de rojo de ese río al que ahora llaman Inaté, les está mostrando el horrible castigo que trae el revelarse contra “la madre”.
¿Que ella los perdonó? ¡No cabe duda! La prueba está en que las flores del palo borracho, como algunos dieron en llamarlo después, son cada vez más hermosas.
¿Por qué entonces la coraza de espinas? Dirán algunos que “la madre” lo perdona todo; pero el justiciero no perdona que se ultraje a una criatura tan digna de respeto y veneración.
Un hombre arrojó la flecha… y el Genio supo dónde poner las espinas.
Todavía ahora, en las noches de luna llena, cuando la crecida arremete en salirse de madre… los tobas cantan en la lejanía de los bosques: eiooo sañoa, eiooo sañoa, e sañoa e sañoa sañé»

Fuentes consultadas:



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