Va una breve guía informativa sobre el árbol de jade, un pequeño árbol con gran resistencia y un notable atractivo ornamental, que requiere de muy pocos cuidados humanos…
¿Cuál es el árbol de jade?
El árbol de jade o planta de jade recibe el nombre científico de Crassula ovata, una especie vegetal nativa de Sudáfrica, Mozambique y otras zonas de África.
Perteneciente a la familia Crassulaceae, se trata de una planta suculenta y ornamental, que actualmente se cultiva en gran parte del mundo.
Crassula ovata es, tal vez, la especie más popular de Crassula, género botánico que comprende más de 350 especies.
El árbol de jade es muy popular como planta de interior, aunque en regiones de climas cálidos crece como arbusto.
Con una altura de entre 1 y 3 metros, este pequeño arbolito se caracteriza por tener flores rosa pálido o blancas en forma de estrella, que tras la primavera se convierten en pequeñas cápsulas, cada una con muchas semillitas en su interior.
Sus hojas en forma ovalada son brillantes y color verde jade, en ocasiones con bordes color rojo.
¿Qué son las plantas suculentas?
Las plantas suculentas se caracterizan por tener hojas, raíces y tallos con gran capacidad para almacenar agua.
Por tal razón, se distinguen por ser especialmente resistentes en casos de sequías y otras condiciones adversas.
Además, las hojas descartadas del árbol de jade y otras plantas suculentas que quedan alrededor del pie de la planta pueden echar nuevas raíces y plantas.
Ver: Ginkgo biloba, el árbol viviente más veterano del globo
Significado del árbol de jade
Según la creencia popular de variados pueblos del mundo, el árbol de jade podría atraer el dinero y la fortuna en general.
De ahí que sea conocida en Estados Unidos, Alemania y el Lejano Oriente como money tree, dollar plant, penny plant o tree of happiness. Es decir, árbol de dinero o planta de dólar.
No confundir Crassula ovata con Plectranthus verticillatus ni con Pachira aquatica, especies de plantas que también se llaman popularmente planta del dinero o árbol del dinero, pero que pertenecen a otras familias botánicas.
Usualmente, para traer buena fortuna económica y en la vida, la planta se cultiva en macetas cuadradas de porcelana con patas de león.
Asimismo, en la práctica china del Feng Shui, esta planta se usa para atraer el flujo de dinero. Por eso allí también se la conoce como el árbol del dinero.
Incluso en el ámbito empresarial, varias compañías imitan la tradición china y ponen la planta cerca de una caja registradora, como un modo de atraer la prosperidad.
El color verde oscuro de sus hojas se parece al mineral jade, considerado en el Feng Shui como un símbolo de prosperidad y riqueza.
En algunos lugares, se le llama «árbol de la amistad», usándose mucho como un regalo para familiares y amigos en momentos especiales, como ser por ejemplo cuando se inaugura una casa.
Ver: Jacarandá, el árbol sudamericano de flores lilas
Cuidados del árbol de jade
Fundamentalmente, para una vida saludable esta planta necesita de buenas dosis de luz y un poco de agua. Estos son los principales requisitos de cuidado del árbol de jade.
Una particularidad de las plantas suculentas es que exigen poco mantenimiento, ya sea que se cultiven en interior como en jardines.
Es de esas especies tan resistentes, que hasta los más descuidados con sus plantas pueden igualmente hacerlas prosperar.
Como precisa de bastante luz solar, si la planta habita dentro de casa, lo mejor es dejarla cerquita de una ventana.
Aunque es brava de matar, resulta importante cuidar las condiciones de temperatura.
El exceso de calor no hará bien a sus hojas. Y demasiado frío impedirá que crezcan como corresponde.
Si bien es una planta tanto de interior como de exterior, para que se desarrolle fuera de casa se requiere de suficiente sol y calor.
Por lo general, se cultiva en interiores, presentando ciertas similitudes con el bonsái en el sentido de que crece como un árbol en miniatura, con ramas gruesas y tronco.
Pero también es parecido al cactus, ya que al ser una planta suculenta retiene el agua en sus hojas.
Cabe saber que muchas veces no florece. Todo depende de los buenos cuidados que demos a la planta.
Para aumentar las posibilidades de floración, se sugiere llevarla al final de verano a un sitio donde quede expuesta bajo algunas horas de luz diurna, reducir el riego, dejar de darle fertilizante y colocarla bajo total oscuridad a la noche.
En tal caso, podrías verla florecer durante el invierno.
Condiciones de cuidado ideales
Luz
Lo ideal es exponerla frente a mucha luz (algunas horas de sol al día). Pero durante los momentos más calurosos de verano también necesitan algo de sombra.
La luz brillante sobre ellas puede aportar un mayor poder en su color.
Si se cultiva en exterior, lo ideal es dejarla en la mañana bajo sol y por la tarde bajo la sombra. Abandonarla a pleno sol durante todo el día puede marchitar sus hojas.
En caso de que la planta esté en interior, dejarla en un área donde llegue luz indirecta todo el día, preferentemente en una ventana con orientación sur. Si se expone al sol directo, solo 6 horas diarias.
Riego
El árbol de jade gusta de riegos escasos. Para ello, remojar la planta y dejar escurrir, esperar y recién después volver a regar.
En otras palabras, dejar que el suelo se seque entre cada riesgo -lo cual dependerá de la cantidad de luz solar recibida, la época del año, humedad, entre otros factores-.
Evitar -siempre- que se asiente demasiada agua en el fondo de la maceta.
En invierno, lo recomendable es disminuir el riego para así evitar que sus raíces se pudran, pero aumentar un poco el riego durante la primavera, que es cuando mejor se desarrollan.
Si se cultiva en interior, reducir el riego desde fines de otoño hasta el invierno.
Al ser una planta suculenta, con gran capacidad de almacenar agua en sus hojas y troncos, el árbol de jade puede estar mucho tiempo sin agua, sobre todo cuando la planta ya está madura.
Si aprecias que sus hojas comienzan a ponerse planas, eso significa que necesita agua.
Temperatura
- De ambiente: 15.5 ° C – 24 ° C
- En invierno: No menos de 10 ° C
Suelo
Preferentemente, se sugiere usar mezclas para cactus y plantas suculentas, como ser combinaciones de suelo arenoso y otros componentes.
El suelo donde habite el árbol de jade debe drenar muy bien, ya que la planta no reacciona bien a suelos muy húmedos ni empantanados, lo cual puede afectar a sus raíces.
Durante la primavera y verano, se recomienda volver a sembrar en macetas una vez el suelo necesite renovarse o cuando la planta se adhiera a las raíces.
Eso sí, usa una maceta sólida, dado que el árbol de jade se distingue por ser pesado.
Fertilizante
Alcanza con una vez por semana, utilizando un fertilizante líquido diluido. Compra aquellos usados para plantas suculentas.
Cabe indicar que si la mezcla usada para maceta es fresca, habitualmente no se necesita fertilizar.
Como regla general, no sobrealimentar las plantas de jade, ya que no se trata de un tipo de hierba con necesidades de alimentación extra.
Lo recomendable es alimentarla durante la época de crecimiento, es decir en primavera, verano y otoño.
¿Para qué sirve el árbol de jade como planta medicinal?
Durante mucho tiempo, se ha usado como planta ornamental, siendo muy apropiada para adornar paisajes interiores, jardines y fondos.
Pero además, en ciertos lugares -como ser en China y la comunidad de los Khoi en Sudáfrica, entre otras tribus africanas- también se ha utilizado como planta medicinal.
En China, los curanderos han indicado el uso de un té del árbol de jade para tratar los síntomas de la diabetes.
Por su parte, tribus de África han utilizado las hojas de jade hervidas en leche para el alivio de la diarrea, como remedio para los callos y como purgante, entre otros usos propagados por la medicina tradicional.
Varias comunidades de Kenia han aprovechado el extracto líquido de las hojas de la planta para el tratamiento de las verrugas -como las causadas por el virus del papiloma humano (VPH)-.
La comunidad Kamba considera que el jugo extraído de la planta puede ayudar en casos de quemaduras en la piel, mientras que la comunidad de los Maasai usa la planta de jade para calmar malestares estomacales.
Una investigación de expertos de Nairobi, Kenia, publicada en el European Journal of Medicinal Plants, concluyó que el árbol de jade presenta un efecto antimicrobiano sobre Escherichia coli, una bacteria que causa enfermedades a través de los alimentos (por ejemplo, cuando se consume carne picada cruda o poco cocinada).
Ver: Jarabe de arce – El edulcorante que brota de árboles
Fuentes: