Aquí va un brevísimo repaso de tan solo algunas de las posibles bondades de las hojas de la remolacha, ese vegetal de potente color que nos hace orinar rojo…
¿Qué es la remolacha?
Nombre científico: Beta vulgaris
La remolacha, conocida también como betarraga, beterraga, betabel o beet en inglés, es una planta de la familia Amaranthaceae. Existen distintas variedades de remolachas, como ser la remolacha roja y la remolacha azucarera, entre otras.
Si bien la parte que más se conoce es su raíz de gran tamaño, textura carnosa y poderoso color rojo, sus hojas también son comestibles.
Consumida en varias partes del mundo como verdura, Beta vulgaris desciende de la remolacha marina (Beta marítima), especie nativa de las zonas costeras de África del Norte y Europa.
Ya en el siglo I d.C., Dioscórides sugería oler el jugo de remolacha y miel por la nariz para el alivio del dolor de cabeza.
Mucho tiempo después, en 1652 el herbolario Nicholas Culpepper recomendaba usar la remolacha para las infecciones de la piel.
A continuación, te resumimos tan solo algunos de los posibles beneficios de las hojas de remolacha en particular.
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¿Para qué sirven las hojas de la remolacha?
Las hojas de remolacha pueden cocinarse y comerse tal como las espinacas y otras verduras. Pero además, contienen ciertos compuestos, que podrían resultar beneficiosos para la salud humana.
Así que si plantas remolachas en casa, ¡no descartes sus hojas!
Para comerlas como verdura, las hojas de remolacha se pueden saltear, hervir, hornear, incorporar en sopas o directo en el microondas.
¿Para qué sirven las hojas de la remolacha a nivel medicinal?
Uno de los principales beneficios de las hojas de la remolacha es que se trata de un alimento poderosamente nutritivo.
Entre otros componentes, las hojas presentan nutrientes muy valiosos para la alimentación humana, como ser niveles moderados de vitamina C y vitamina A, además de aportar fibra.
Con media taza de hojas de remolacha cocidas se obtiene el 30% de la ingesta diaria necesaria de vitamina C, un componente con variadas bondades, que puede ayudarnos a reforzar el sistema inmunológico para combatir infecciones como la gripe y el resfriado, además de mejorar la salud de huesos y dientes.
El contenido de vitamina A de sus hojas podría ayudar para mejorar la salud de ojos y piel, entre otros posibles efectos beneficiosos.
Además, se trata de un buen alimento para mantener un peso saludable, dado que no contienen colesterol ni grasas.
Las hojas de la remolacha también son una fuente natural de fibra y componentes con acción antioxidante, como ser flavonoides, polifenoles, betalaínas y taninos, entre otros.
Asimismo, de acuerdo con un estudio brasileño, las hojas de remolacha son una gran fuente de omega-3, resaltando que en especial las hojas deshidratadas de remolacha presentan el mayor contenido nutricional, pudiendo usarse en harinas, caldos y otros alimentos.
La medicina tradicional india ha aprovechado distintas partes de la planta por sus supuestos efectos terapéuticos, usando sus hojas por su eventual acción antiinflamatoria, cicatrizante, diurética, ansiolítica, antidiabética y hepatoprotectora.
Antiguamente, también se utilizaba una decocción de las hojas de la remolacha y sus raíces como un remedio casero contra las liendres y la caspa.
Hojas de la remolacha, un poderoso antianémico
Un estudio científico de Chile (2016) concluyó que las hojas de la remolacha son una notable fuente natural de hierro, presentando un prometedor efecto antiemético, es decir contra la anemia.
Para la investigación, realizada en 200 mujeres embarazadas, se sugirió el consumo durante 3 meses de 200 g al día de hojas de remolacha crudas, puesto que con la cocción se pierden propiedades.
Tras evaluar los resultados, los científicos chilenos demostraron «la influencia positiva del consumo de remolacha como un agente antianémico, por el aporte de hierro», notando un aumento en los niveles de hemoglobina.
De hecho, gracias al contenido de folatos y hierro que aporta este vegetal, los investigadores sostienen que la remolacha es un alimento muy oportuno para incluir en la dieta de embarazadas.
«Dado los resultados del estudio nos atrevemos a sugerir el consumo de este producto natural, que aparte de ser asequible y barato es muy bien tolerada en el ser humano», apuntan los investigadores.
Fuentes:
Phytopharmacognostical study of Beta vulgaris L. leaves : An Update