El té con leche es un clásico de desayunos y meriendas, especialmente por el rico gusto que produce la mixtura. Esta combinación no causa efectos negativos en la salud, pero podría mitigar ciertos efectos bondadosos históricamente asociados al té solo…
El té contiene antioxidantes y la leche proteínas. ¿Juntos no irían bien?
Cada uno toma lo que quiere, según los caprichos del paladar y los hábitos.
Por ejemplo, la mala costumbre del café con leche, que aún sigue a diario, a pesar de la sensación de peso que luego se siente en la panza.
Muchos toman té con un toque lácteo por su sabor. Cuando se le agrega un poco de leche, la bebida adquiere un mayor dulzor.
No solo baja la amargura del té, sino que también levanta su cuerpo. La sustancia liviana de cualquier infusión cobra con la leche una textura más espesa.
¿Qué pasa si tomo té con leche?
Desayunar té con leche no va a ser el origen de un mal grave en la salud. Pero según algunos estudios, su combinación podría reducir el efecto antioxidante del té e incluso reducir su rol como protector vascular.
Menos poder antioxidante
Existen investigaciones sobre los efectos de agregar leche en infusiones con resultados encontrados. Algunas apuntan un posible efecto negativo, principalmente si se añade leche desnatada.
El té contiene polifenoles, compuestos con propiedades antioxidantes.
Los antioxidantes del té se consideran aliados de nuestra salud, gracias a su supuesta capacidad para la prevención de enfermedades crónicas en quienes lo toman con frecuencia.
Los efectos negativos de agregar leche sobre la acción antioxidante del té cuenta con amplia evidencia. Sobre todo, se han hecho estudios in vitro e in vivo, que demuestran cómo sus propiedades antioxidantes pueden verse alteradas al agregar leche.
Una revisión publicada en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition por científicos de Nueva Zelanda indica que la interacción entre los polifenoles del té y las proteínas de la leche podrían explicar la disminución de su efecto antioxidante.
En especial, por la supuesta asociación entre las catequinas del té y las caseínas de la leche.
Pero este efecto puede variar según el contenido de fenólicos y proteínas.
Los investigadores neozelandeses resaltan que faltan datos sobre el efecto de añadir leche sobre la cafeína del té, así como más estudios sobre «la bioaccesibilidad y biodisponibilidad de los polifenoles del té y las proteínas de la leche».
Contrarresta su efecto protector a nivel vascular
Un estudio publicado en European Heart Journal concluyó que agregar leche a una infusión podría neutralizar el rol de protección vascular asociado al té.
Los bebedores de té podrían obtener una defensa contra las enfermedades del corazón. Sin embargo, este beneficio puede desaparecer si se agrega leche:
«La leche puede contrarrestar los efectos favorables para la salud del té sobre la función vascular».
¿Té negro con leche?
Debido a su contenido de flavonoles antioxidantes, el consumo de té negro se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades coronarias.
Por ejemplo, se ha estudiado en particular este potencial terapéutico entre los hombres holandeses.
Sin embargo, un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition reportó que no se observó el efecto beneficioso del consumo de té negro sobre enfermedades coronarias en personas que lo toman con leche.
«Posiblemente, los flavonoles del té al que se agrega leche no se absorben. La evidencia experimental sugiere que agregar leche al té anula la capacidad antioxidante del té en plasma».
¿Cómo hacer un té con leche?
- Agua a calentar.
Primero, poner agua a hervir en una tetera hasta que comience a silbar.
- Hacer la infusión.
Luego, echa el agua caliente sobre una taza y enseguida coloca 1-2 bolsitas de té / mejor: directamente las hojas de té.
- Esperar.
Una vez la bebida haya infusionado, por lo general a los 5-7 minutos, tapar la taza con un plato. Si lo quieres tomar suave, saca las hojas antes de que pasen 5 minutos. Si lo quieres más amargo, deja reposar por más tiempo.
- Echa la leche.
Calienta la leche, por ejemplo 30-40 en el micro u olla. Luego de que la infusión repose, vierte la leche caliente de a poco, sin dejar de revolver. Dejar reposar un par de minutos más antes de beber. Si se quiere, se puede agregar miel o azúcar rubia.
Es posible dar un toque lácteo a distintos tipos de té, como por ejemplo al té verde, té negro o al té oolong.
Ver:
Dieta del té verde – ¿Perder grasa con tazas de té?
Té Oolong – El «té azul», uno de los tés chinos tradicionales