Un repaso por 5 plantas medicinales cuyos nombres inician con la palabra yerba, como ser la yerba del pollo, la yerba de la golondrina, la yerba carnicera, la yerba de San Juan o la yerba de la víbora…
La yerba mate es la yerba usada para el mate, infusión tradicional ampliamente consumida en Uruguay, Argentina y otros países.
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Pero existen otras varias especies vegetales con nombres que incluyen la palabra yerba, un sinónimo de hierba, utilizado principalmente en Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile u otros países sudamericanos.
Yerba carnicera
Una de las yerbas medicinales del Cono Sur, reconocida por sus propiedades hepatoprotectoras, como digestiva, para reducir la fiebre, calmar la acidez del estómago o para la cicatrización de heridas.
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Yerba de la perdiz
También llamada perlilla (Margyricarpus setosus), la yerba de la perdiz es un arbusto de unos 30 cm de altura, cuyo fruto es pequeño y color blanco o rósea, muy presente en arenales y campos de Uruguay y otros países de la región.
- la infusión de sus ramas (al 2 %) se emplea como diurético – que favorece la eliminación de líquido del cuerpo-
- la decocción también de las ramas se emplea como emenagogo.
- la decocción de raíces (al 2%) tiene propiedades febrífugas – reducir la fiebre-
- el cocimiento de raíces (al 3-4 %) se utiliza para lavar heridas, escoraciones, y en lavados uretrales.
Yerba del pollo
Hierba rastrera que crece en campos y al costado de caminos, la yerba del pollo se ha usado como un remedio natural para tratar males digestivos y del hígado, así como también para el alivio de diarreas y trastornos gastrointestinales en niños…
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Yerba de la piedra
Es un liquen, parecido a un pequeño arbusto color verde o amarillento, que crece sobre las piedras en campos y zonas serranas de Uruguay, Argentina o sur de Brasil. Se usa en la medicina popular para curar heridas, úlceras o hasta dolores de garganta.
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Yerba de la golondrina
Conocida también como yerba meona, la yerba de la golondrina (Euphorbia serpens varo montevidensis) es una hierba anual que crece en tierras de cultivo o al borde de los caminos. Toda la planta se utiliza en infusión como diurético y en trastornos urinarios.
Yerba de la víbora
Otra de las yerbas medicinales comúnes en Argentina, Uruguay o Brasil, la Asclepias mellodora, conocida como yerba de la víbora, es una hierba de 30-50 cm de alto, con flores amarillo-verdosas y un fruto con un mechón de pelos blancos, utilizada popularmente para:
- La infusión de hojas se usa como febrífuga.
- La infusión de raspaduras de raíz es emética – sustancia que induce vómitos-
- Las hojas machacadas, aplicadas en uso externo como cataplasma, se emplean como antídoto contra las picaduras de animales venenosos.
Yerba de San Juan (ojo…)
La yerba de San Juan (Jaborosa runcinata) también se llama tomate del diablo – o en Argentina Flor de sapo chica-. Es una maleza muy difícil de exterminar, considerada tóxica y una droga alucinógena, no recomendada para su uso interno.
- Las hojas frescas machacadas se aplican en cataplasma como resolutivo y calmante.
- Las hojas secas pulverizadas se usan como antiasmático: se las fuma o se las quema y se aspira el humo.
- Se la considera tóxica, dado que la decocción o la maceración hidroalcohólica produce embriaguez con alucinaciones.
El botánico alemán Hierónymus señala que se trata de «una planta venenosa narcótica» y respecto al uso de la planta comenta:
«Los indios del Brasil meridional usan el decotado de la raíz, o sea una esencia alcohólica extraída de ella, para ponerse en un estado de embriaguez y de éxtasis en el que creen poder ejercer el arte mágico y pronosticar las cosas futuras.» (‘Plantae diaphoricae florae Argentinae’).
Por su parte, el botánico uruguayo Atilio Lombardo apunta que las hojas secas son usadas «para fumar o como fumigatorio contra el asma«.
Pero dado que «es común hallar en las solanáceas, plantas venenosas o narcóticas, por tal motivo no se aconseja el uso interno de esta planta y otras de esta familia.» (‘Plantas Medicinales de la Flora Indígena’).
Sirviendo hoy como terapias alternativas o complementarias a las tradicionales, las plantas medicinales han sido utilizadas por el ser humano desde tiempos ancestrales, a lo largo de diferentes regiones del mundo.
Gracias a sus naturales e íntimas propiedades terapéuticas, cada una presenta su propio contenido de principios bioactivos benéficos para el tratamiento de ciertas dolencias, enfermedades o problemas de salud.
Pese a sus probadas bondades y a la variedad de estudios científicos que validan sus beneficios, Dr Yuyo insiste en que las plantas medicinales no deben sustituir arbitrariamente los medicamentos tradicionales, siendo conveniente informarse de raíz y a fondo acerca de los modos de ingesta y dosificación, sus contraindicaciones posibles, su interacción con ciertos fármacos, entre otros riesgos asociados.
Luego…
¡Disfrute de su té, aceite esencial o inhalación de los yuyos que lo curen…!